CONCURSO PATROCINADO POR HOTEL MAR MENOR

El hotel Mar Menor de Santiago de la Ribera apoya a las Bibliotecas de San Javier en la promoción de la creación literaria y te dan la bienvenida a este concurso.























lunes, 27 de febrero de 2012

La cara 6512

Ante el espejo tenía lugar el rito más repetido durante los últimos cincuenta años.
Invariablemente, cada dos días, procedía al rasurado de su cara. Para él afeitarse no era solo un acto de higiene. Se había convertido en todo un acontecimiento.
Cuando pasaba sobre su piel la cuchilla, además del jabón y el pelo, el hombre notaba que también se llevaba una parte, más o menos importante, de su ser.
Tras cada afeitado se sentía como una cebolla a la que acabasen de quitar una capa. Era la mima persona del día anterior, pero con matices diferentes. Sufría una renovación constante.
El hombre nuevo con su cara 6512 sonrió al mundo a través del espejo.

EL HECHIZO SE DESHIZO

La princesa era feliz pues todo lo tenía. Un castillo fabuloso, riquezas inagotables, criados que satisfacían todos sus deseos, y ahora también un apuesto y guapo príncipe azul, surgido del atrevido beso que ayer dio a un sapo repelente.
La princesa feliz abrazó a su príncipe amado y mirándole a los ojos le besó apasionadamente.
Entonces el hechizo se deshizo, y el príncipe a su condición de sapo retornó, acabando esta historia tal como empezó.

jueves, 23 de febrero de 2012

Entre cascotes y escombros

Con hojalatas y cartones, la mujer había construido una chabola en el mismo solar en el que, antes del terremoto, se erigía su casa de ladrillos. Hacía tres semanas que la tragedia había asolado el pueblo, y la mujer barría el polvo de la entrada de su nuevo hogar tarareando un viejo bolero. Al fondo de la calle, el médico cooperante, entre cascotes y escombros, recreándose en el espectáculo que protagonizaba la barrendera, comprobó, atónito, cómo el ateísmo suyo emergía de su boca diluido en el vaho que exhalaba su aliento. Dios existía, era mujer y, por lo visto, empuñaba una escoba.

Amistad sin condiciones

Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo; “¿quererme como soy, ser mi amigo?”, sus palabras me hicieron sonreír, feliz ante la idea de que fuera mi amigo, de que me aceptara como era, de que no intentara cambiarme, ¡por fin iba a tener un amigo! Solo tenía que pulirle un poco, modificar su deplorable forma de vestir, hacer que se cortara un poco el pelo, llevarle al gimnasio para que perdiera peso... en fin, lo justo para poder quererle como era y ser su amiga.

Puedo prometer, y prometo

"Hay cosas que son de todos, como el sol que nos ilumina y el aire que respiramos, como el derecho a una buena educación, o la mejor asistencia sanitaria, como acceder a un puesto de trabajo digno, o la igualdad de derechos sin distinción de raza, edad, o sexo... "

Aquí el diputado no pudo más, comenzó a reír hasta que le faltó el aire, y ni los más prestigiosos médicos privados consiguieron salvarle la vida.

Frente al mundo

Hubo un tiempo en el que sentíamos sobre nuestro pecho arder los instantes. Y la vida era para nosotros un rumor cercano y enternecido. Ahora soy viejo. Y mi universo son estas paredes blancas que miro con calma lenta. Vivir es siempre ir hacia la nada. Y nuestros pasos están marcados por lo que nunca sucederá. Corremos detrás del tiempo como un toro herido, pero no podemos apresarlo porque es una fábrica de hielo, un castillo de arena. Aquí, en el Hospital, sentimos esa metáfora de los días sobre nuestra espalda cansada. Y vamos muriendo entre enfermeras que se llaman Ainara y que pronto olvidarán nuestros nombres.

Xenófilo

Siempre quise ser extranjero. Por eso después de varios meses en un lugar, buscaba otro, para asegurarme la calidad de llegado de fuera. La primera vez recuerdo que quería venir de la luna. Me la imaginaba siempre blanca. Muy a pesar mío, no conseguí nunca aprender ni una palabra de selenita. Algunos meses más tarde, quise haber emergido del fondo del mar. Pero aún a día de hoy no sé nadar, además al observar un mejillón no puedo evitar el repeluz, al saber que compartiría origen con seres tan primitivos. Sin remedio, me agarré a la única posibilidad que me quedaba. Soy aéreo.
Para seguir siéndolo, intento volar bajo, y no ser presa fácil de los aviones.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Venganza

En un alarde muy petulante lanzó al aire con rabia inusitada la bola de marfil sustraida al padre. La respuesta airada no se hizo esperar. La esfera volvió, con toda su fuerza de gravedad, para romperle la cabeza.