jueves, 23 de febrero de 2012
Amistad sin condiciones
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo; “¿quererme como soy, ser mi amigo?”, sus palabras me hicieron sonreír, feliz ante la idea de que fuera mi amigo, de que me aceptara como era, de que no intentara cambiarme, ¡por fin iba a tener un amigo! Solo tenía que pulirle un poco, modificar su deplorable forma de vestir, hacer que se cortara un poco el pelo, llevarle al gimnasio para que perdiera peso... en fin, lo justo para poder quererle como era y ser su amiga.
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