Lluvioso día, mis piernas entrelazadas con las suyas. Puede que no funcione, que sea otro intento en vano, pero siento que debo intentarlo. Fracasos retocados, pasiones perdidas y esperanza constructiva. El sentido de esta vida se refleja en sus ojos, en su forma de observarme, tocarme. Mucho tiempo perdido, mucha ilusión robada . Esta es mi historia, la tuya, la nuestra. No es una más, pues está salpicada de una ausencia temporal, un sueño profundo marca el cuento y una larga espera en la que la confianza prima, marca el siguiente paso. Esperó junto a mi, mi cálido descanso. Habitaciones de hospital, frías sensaciones de incertidumbre y un final sensacional. Paciencia y suerte, fue lo que me ayudó a despertar.
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