Miraba hacia los lados mientras corría por el bosque, veía sombras entre los pinos,
escuchaba pisadas a lo lejos. Un sudor frió empezaba a recorrer su cuerpo. Se paró, estaba agotado y los nervios no le dejaban pensar. Miró a su alrededor intentando controlar la respiración y lo vio. Una sonrisa malvada invadió su rostro. Se acercó despacio, miró que nadie le observara, sacó la navaja con sigilo, se agachó suavemente y gritó:
¡¡Tengo el primer Boletus de la temporada!!.
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