Fui a botar la basura y una hormiga me subió por el brazo.
Corrí, hablé por teléfono, salí, volví, seguí corriendo, me puse el pijama y cuando iba a botar la basura vi cómo lo que yo creía una hormiga me saltaba entre los dedos.
Miré más de cerca y supe que era una pulga.
Me saqué la ropa y salimos a cantar.
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