miércoles, 18 de abril de 2012
Canto a la vida
Sé que es inmoral. Pero ¿qué querías que hiciera? Me notaste desde el principio. Mirabas cuando yo soñaba, sabías que algo escondía. Te hablé del amor a nuestros semejantes, a los moribundos. A los que tienen una pata más allá que acá. Pero no acababas de tragártelo. Me gusta el coqueteo con el engaño en la vieja creencia de doblegar al señorito. Adoro la ilusión de timar al hacendado. No sé si es ese saborcillo ácido de sobrevivir entre zarzas y maleza tosca, o el simple deseo de lo ajeno. Pero así es la esclavitud de los sueños. Además ¿qué carajo podíamos hacer en una habitación de hospital sino soñar con él, pero muerto?
NOSKI
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