jueves, 19 de abril de 2012
La cena de mamá
La noche de autos Belinda propinó decenas de puñaladas a su marido con el mayor cuchillo del que disponía en la cocina, mientras éste dormitaba en el sofá; ese de cuero blanco que ella tanto odiaba por ser tan frío en invierno y tan pegajoso en verano, el mismo que su suegra se había empeñado en regalarles por su décimo aniversario y que ahora permanecía cubierto de sangre. Tras el crimen, descolgó el auricular del teléfono, marcó el número de su hijo y cuando éste contestó, Belinda acertó a decir: “Cariño, la cena te espera, tu padre se enfría”.
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