martes, 17 de abril de 2012
Agua
No podría decirte cuanto tiempo llevo aquí, mi memoria nunca ha sido buena. Tampoco conozco la razón por la que me tienen encerrado. Es un habitáculo esférico, de paredes transparentes. Me paso el día dando vueltas, procurando así evitar la atrofia de los músculos. Si tuve una vida antes de esto tengo claro que odiaba hacer ejercicio. Esta rutina sólo cambia a la hora de comer, una única vez al día. Siempre a la misma hora, siempre la misma comida insípida y sintética. De hecho ahí viene otra vez. Toca desentumecer las aletas, abrir bien las branquias y subir a buscar algo que llevarse a la boca. No albergo esperanza de que me liberen, me conformaría con una explicación.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario