miércoles, 18 de abril de 2012
Eterno Retorno Eterno.
La muchacha llegó huyendo de aquello que ni la oscura luz del final del día puede explicar. Apenas sin darse cuenta se encontró en un nuevo lugar, sobre una pequeña ventana rodeada por el inabarcable océano a quien ella relataba una historia mientras éste le escuchaba fascinado.
Pasó el tiempo y ella continuaba contando la misma historia una y otra vez, una y otra vez como un remolino obsesivo que hacía jirones su rostro…Hasta que un día el océano tapó su boca y ella murió porque las palabras que no podía pronunciar la reventaron por dentro. Y de esa muchacha nacieron nuevas mujeres con nuevas historias para nuevos océanos.
Spreewald
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me parece expectacular, como esa muchacha huia de ese bocadillo de chorizo, debe seguir su dieta, huir, hacia la luz, la luz, de la paz
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