miércoles, 18 de abril de 2012
Desolación.
Me senté en un banco del parque. Dejé de llorar cuando vi una hormiga arrastrando una miga de pan.
Su esfuerzo fue inútil porque vino un pájaro y dando saltitos se la comió.
Lo mismo que me había ocurrido a mi, el esfuerzo de mi vida todo por una casa llegó mi paro y el banco se la apropio.
SISI.
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