jueves, 19 de abril de 2012
Por Amalia lo dejo todo
Antonio era un hombre simpático, amable, cariñoso, acababa de pre jubilarse, su edad 55 años. Vivía con su esposa Amalia, no tenían hijos, no supo nunca si fue culpa de él o de ella. Y ahora tendría tiempo de hacer muchas cosas que antes no pudo.
Lo primero sería apuntarse a clases de baile de salón, luego a ordenadores y luego a...Ya iría pensando en qué se apuntaría en el hogar de mayores al lado de su casa.
Ahora lleva Amalia unos días con una salud precaria, deciden de ir al médico y después de muchas pruebas reciben la mala noticia de que tiene una enfermedad rara, le afecta el frio. Se truncaron todos sus proyectos, ahora tendría que cuidarla.
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