lunes, 28 de marzo de 2011
EL NIÑO MÁS FELIZ DEL MUNDO
El niño más triste del mundo solo tenía un ojo. Con ese ojo podía ver desde su ventana a la niña más bonita del mundo. Un día salieron juntos. Caminaron hasta el parque y se sentaron en un banco. Era ese mismo banco, sí estaba seguro. La niña más bonita del mundo leyó lo que alguien había grabado en el respaldo. “Prohibido cíclopes”. Pero ella sonrió y dijo: ““Los cíclopes son seres mitológicos, hijos de dioses, artesanos y constructores y creadores de la mayoría de las armas de los dioses”. Fue entonces cuando quise que fuera la princesa de los cuentos que leía y que ya no hicieron que me sintiera nunca más el niño más triste del mundo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario