No sé si os lo he dicho, pero estuve allí una temporada. Luego me vine aquí. Aquí se está bastante mejor. No te tienen todo el día sedado como un zombi. Y estar en plena naturaleza tiene sus ventajas. Siempre que el mono llega, me dedico a pasear por el campo, eso me calma. Es mucho mejor que estar atado con correas a la maldita cama. Con aquella asistente del demonio tipo señorita Rottenmeier.
¡Por Dios! ¿Quién grita de ese modo? Yo quería seguir escribiendo pero esos gritos me sacan de mis casillas. Voy a intentar averiguar que está ocurriendo
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