lunes, 9 de abril de 2012
Aquellos maravillosos años
Una pareja de novios fue a ver a un chamán de origen oriental que les habían recomendado para que les revelara el destino de su amor.
-¿Seremos felices?-, preguntaron a aquel enjuto hombre de gran sabiduría.
El chamán los condujo, en un perturbador silencio, hasta un dormitorio cercano. Les dio a beber un brebaje y les indicó, con delicadeza, que se recostaran. Al cabo de un minuto, estaban dormidos.
Décadas de infeliz matrimonio desfilaron, en incesantes imágenes, por la conciencia de la pareja. Todo transcurrió en un instante.
Al despertar vieron al brujo, que les decía con sonriente piedad:
-Vivir es soñar, y soñar es haber vivido.
En el lecho había dos ancianos aterrados y moribundos.
Yorga
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