lunes, 16 de abril de 2012
Consumidor fiel
A mi mujer no le gusta que le fastidie sus estrategias, que no son muchas, pero eso sí muy estudiadas y listas para entrar a operar tan pronto el asunto en cuestión lo requieran.
A mí no me queda más remedio que ser sufridor si soy el objetivo de las mismas, que suele ser el caso.
Como eso sucede muy a menudo, en los últimos años mi barriga ha alcanzado un volumen protuberante, fruto de mi estrategia, única, para aplacar las suyas, sentarme frente a la barra del bar cerca de casa consumiendo mi cerveza favorita.
Antusas
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