lunes, 16 de abril de 2012
Ilusión vampírica
A pesar de que tendría que estar necesariamente explosiva con esa batita que apenas cubría su exuberante desnudez, y por más que adoptaba todo el repertorio de posturas de esas que quitan el hipo, el espejo se empeñaba, inmutable, en reflejar sin más el estático y previsible saloncito de época.
AJO Y AGUA
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