LA CODICIA

Todos apretujados en aquel enorme congelador, trataron de encontrar una salida, lograron escapar más rápido de lo imaginado. La alegría duró poco, rápidamente fueron apresados y vueltos a encerrar, este vez encadenados. Durante la fuga llegaron otros. Venían de lejos y habían sido procesados. Los fugitivos no podían acreditar lo que estaba sucediendo, aquel congelador aun más atiborrado, esto era una masacre. Las personas estaban fuera de control, la atrocidad de sus actos ya no tenía límite. Los perpetradores se justificaban con la idea de supervivencia, pero vamos, dieciocho pollos, ocho docenas de salchichas y casi doscientas hamburguesas en un mismo congelador. Los hombres se estaban volviendo codiciosos. SARAI