martes, 3 de abril de 2012
La despedida
Ese día las calles se llenaron de soldados enemigos.El ruido de las explosiones producido por las bombas era ensordecedor. En el interior de la trinchera, mientras escribía recordaba el abrazo desesperado con el que se despidieron cuando el partió para la guerra y aquel sabor a mar cuando besó sus lagrimas. Nunca regresó a casa, solo llegó su carta manchada de sangre.
Gonzalbo
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