Es una sensación rara, miro para un lado y para el otro, y ella me sigue con su mirada. Hay veces que no tenemos ni que hablar. Nos comunicamos sólo con los ojos o con un simple gesto. Lo malo es que la que habla siempre es ella., yo no digo nada, ni mu.
Hay una idea equivocada sobre mi, todos se piensan que no entiendo una conversación larga, sólo palabras sueltas. Vamos que se piensan que soy tonto. Pero ahí esta siempre ella comunicándose conmigo, con sus dulces palabras. Ella es mi ama del alma y yo su perro fiel. Y siempre nos unirán las palabras, aunque sean mudas.
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