-Concrete, por favor-dijo el juez.
-Verá usted, señoría, no entiendo por qué ese señor…
-Al decir ese señor ¿se refiere al fiscal o al difunto?…
-… al señor fiscal, señoría, no entiendo por qué pide para mí doce años y un día de cárcel si yo…
-Usted mató a ese señor ¿o no lo hizo?
-.Verá usted, señoría, llegué a casa un poco antes y, bueno, el difunto… apuntaba a Margarita, con un revólver y yo, le arrojé la cartera de documentos, le alcanzó en el cuello, cayó sobre la mesa de centro, que es, perdón, era, de cristal… y al caer, se destrozó la cabeza.
-Luego, usted mato a ese señor.
- Sí, claro, pero…
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