Harán falta más de dos palabras para definirte.
Serán necesarias más de siete palabras para acariciarte.
Tendré que hacer cientos de operaciones para sentirte. Porque a mí se me fue la cuenta.
Sedimentos de palabras. Resquicios de deseos. Condensación de caricias. Colores renovados. Secretos disimulados. Ilusiones por vivir. Vivencias por imaginar.
¿Dónde estás? Quiero que vengas encima de mí. Que escribas sobre mi piel con esa tinta tuya, y yo dibujaré vocales en tus labios, en blanco y negro.
Y cuando mi cuerpo esté totalmente expuesto a sol y a sombra, entonces llegará la calma.
Y me convertiré en una hechicera de silencios transparentes.
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