José Téllez despertó de repente, un sudor frío perlaba su frente, había soñado que le quedaban veintidós pasos por andar y que luego quedaría inválido de por vida. No era supersticioso pero creía en las premociones. "¡Veintidós pasos.!". Quiso ir a mojarse la cara pero pensó inconscientemente que gastaría ocho pasos para ir al lavabo y otros tantos de vuelta, le quedarían seis. Se levantó de la cama y pensó en dar pasos mas largos, así podría ahorrar cuatro pasos.
-¡Qué tontería!- Juan empezó a saltar al borde de su cama, dieciocho, diecinueve.se paró de golpe una especie de vértigo hizo que volviera a meterse en la cama.
Nunca más volvió a caminar, así lo había decidido.
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