En un tribunal de la ciudad de Charlotte, Carolina del Norte, el juez oyó atentamente a ambas partes en un pleito contra un anciano, a quien su esposa acusaba de no pagarle la manutención. Después de reunir todas las pruebas, el juez dijo al acusado:
- Usted no ha prestado la debida atención a esta buena mujer y voy a
darle veinticinco dólares mensuales.
El acusado sonrió:
- Es muy gentil su señoría – dijo --. Por mi parte, yo le daré un dólar o dos
de cuando en cuando.
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