viernes, 15 de abril de 2011
HOTEL
La planta baja, abierta para mí. La alfombra está en silencio, también las paredes. El tubo fluorescente apenas puede proveerme de una sombra; el comedor luce tan agotado como yo. Un sereno senil, malhumorado, mira impaciente, apoyado en el brazo de un sofá, a oscuras. Es el rehén de este texto. En el hall, la TV lo espera, también muda.
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