lunes, 18 de abril de 2011
LA VENGANZA DEL PARAGUAS
¿Dónde habré metido el paraguas?...rebuscaba, descaradamente, en el caos del bolso, entonces agarró algo de similar textura y dimensiones y de un remango lo extrajo. No obstante, cuál sería su decepción al descubrir el pene erecto enfundado aún en el preservativo, entonces, una ligera mueca de sinsabor afloró a su faz. Con la euforia había enviado el paraguas a la amante de su marido y la lluvia continuaría estropeando su caro peinado de venganza.
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