El serenatero poseía el increíble don de predecir el futuro como cantante callejero. Durante el último año profetizó cuatro acontecimientos, a cada cual más macabro, y todos se hicieron realidad. Cuando entraba en trance y se disponía a entonar uno de sus cánticos lastimeros, el pueblo entero nos reuníamos a su alrededor, trémulos como la luz de una vela. Esta fue su última serenata:
“Serenatero no te enamores
que el amor TE MATARÁ,
pues ella está casada
y a él enfadarás”
Hoy cumplo cadena perpetua por su asesinato.
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