Na na na rá na na na rá, qué feliz soy y no es que sea súper optimista o vea cosas que nadie ve. Pero cuando mi esposa se inquieta por mí y me susurra esas palabras que me gusta oír, el mundo se me hace pequeño. Quiero pelear por nosotros por lo que hemos llegado a construir.
Me gusta verla sonreír, regalarle flores y decirle muchas veces cuanto la amo.
Es la única persona que me ayuda a pasar los tragos que la vida a veces pone en mi contra, cosas que me hunden y creo no poder superar. Es ilimitada y yo, yo soy su fan.
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