Aunque los pájaros sean de otro planeta, tienen que volar. Así igual los abogados.
Entraron los abogados siguiendo la procesión a la corte. Desde que lo hicieron existió la sospecha, por la manera de caminar, de mirar, de vestir, de callar. Se llevó a cabo el juicio hasta que el fallo develó al falso juez y no al falso abogado.
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