Siempre he sido una persona fuerte. Siempre me he esforzado por la sonrisa de los que me importan. Esa sonrisa, para mí, vale más que todo el oro del mundo.
Y ahora tú eres capaz de arrastrarla por los suelos sin ser tu intención. Provocas en mí tantas sensaciones en un instante... Y es que te miro y siento cómo mil recuerdos revolotean a nuestro alrededor. Puedo ver un parque, la casa de campo y hasta puedo sentir que viajo en el tiempo justo a ese momento de felicidad plena, justo 19 años atrás.
Sí, estás en lo cierto, justo antes de que tus recuerdos comenzaran a ser borrados. Te quiero tanto… abuelo.
A ti, te odio “borrador de recuerdos”.
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