miércoles, 6 de abril de 2011
Confesión
¿Por qué me mira así? Ya se lo he dicho, señor agente: degollé a todas aquellas chicas porque me lo ordenó Tomás. Sí, ese Tomás que usted dice que no existe, que solo está en mi cabeza. Él me indicó qué chicas debía matar. Me exigió que fueran aquellas y no otras, por el bien de todos. Todavía no han encontrado sus cuerpos, ¿verdad, señor agente? Lógico. Me aseguró que no sufrirían y le creí. ¿Por qué? Porque yo sabía que ellas eran también fruto de mi imaginación. Como el arma homicida. Como Tomás. Y... me harté de este juego... como usted, señor agente.
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