lunes, 4 de abril de 2011
El efetrén
El vaivén me hizo dormir, su deslizamiento lo sentía como un fluir de alas en una atmósfera desconocida pero fiel a mis conductos acostumbrados al oxígeno; soñaba que un fluido me arrebataba al fondo del mar donde otro mundo iniciaba; al despertar, de momento creí que realmente estaba en otro mundo, pero al ver por la ventanilla los rieles al frente, pasando entre una multitud con aletas y escamas, me ubiqué en la realidad
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