Papá, ¡qué alegría!, ¡qué alegría...! ¡Dame un abracito, por favor! (Se abrazan.) ¡Sabía que no habías muerto...! La gente decía que habías muerto... Hasta mamá lo decía...
La gente es así.
Sí, ¿verdad?
(Se frota limpiamente los ojos humedecidos.)
He venido a buscarte.
Pero mamá no lo entenderá...
No debes preocuparte. Lo entenderá algún día...
¿Cuándo vengamos a buscarla?
...
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