miércoles, 6 de abril de 2011
REMORDIMIENTOS
No quería olvidar, sería una falta de respeto. Se merecía sufrir lo que ya no podrían ni sufrir ni disfrutar quienes ahí estaban enterrados. Aterido, mojado, la lluvia le había sorprendido durmiendo entre ambas tumbas. Se levantó mareado, y cayó al suelo. Intentó incorporarse pero estaba muy cansado. Cansado de llorar. Cansado de sufrir. Estaba arreciando. No tenía fuerzas para moverse. Cerró los ojos y volvió a recordar. Se incorporó, y se quedó sentado. Terminó lo quedaba en la botella. Se levantó trastabillando y tropezó. Notó el golpe en la cabeza. Se quedó en la posición en la que había caído, abrazado a la lápida de su hijo. Sangre caliente brotaba de su cabeza. Cerró los ojos y sonrió.
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