miércoles, 7 de marzo de 2012
Mi muñeca.
Sentí una mano en mi nuca. A medida que alguien me incorporaba iba abriendo los ojos. Me sentía aturdido. Ante mí se abría un mundo nuevo. Escuché una voz. De repente me sentí sólo y me recliné de nuevo. Mis ojos se cerraron.
Percibí como me metían en una caja. Me transportaron de un lado a otro. No sé cuánto tiempo estuve así.
Finalmente la caja se abrió acompañada de un gran ruido. Escuché una risa alegre. Dos manos me agarraron por los hombros y comenzaron a levantarme.
Abrí los ojos y allí estaba ella. Desde entonces no nos hemos separado y ya han pasado años. Ella ha crecido. Yo sigo igual, ahora siempre despierto sentado en mi estantería.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario