El otro día vino a verme una amiga mía, quería recibir consejo sobre su matrimonio, al parecer las cosas no marchan bien. Su única solución parecía ser el divorcio,
palabra corta, que guarda diez años de noviazgo y dos años de casados. Yo le dije que sí, que era cierto que parecían dos piezas de puzzle que no terminaban de encajar, pero que la salida no estaba en el divorcio, la salida estaba en unir sus manos, mostrar más amor y dirigir sus fuerzas en una misma dirección: APRETAR LA PIEZA DEL PUZZLE PARA QUE TENGA ANCLAJE DENTRO DE SU HISTORIA DE AMOR.
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