martes, 27 de marzo de 2012
Renacer
Zulema se encontraba cansada por la mediocridad que agobiaba su alma en aquel rincón olvidado de la tierra. Solo la esperanza de una nueva vida más allá de las paredes que le retenían, le hacían no perder la fe.
Un buen día por fin le dejaron en libertad. Corrió velozmente hasta alejarse por completo del lugar, luego se detuvo, cerró los ojos y suspiro al tiempo que el viento acompañado de una suave brisa bañaba su rostro.
Volteo en todas direcciones admirando el hermoso paisaje. De inmediato comenzó a sentir como la felicidad le invadía por completo cada parte de su ser. Tomo un profundo respiro y continúo su camino llena de gozo. Había vuelto a vivir.
Elabccreativo
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