Una vez me dijeron “observa los errores de la gente a la que admiras y no los cometas tú”. Yo admiraba a mi padre trabajaba mucho durante la semana, era sereno y sabía muchas cosas del mundo. Era un ejemplo a seguir. Pero cometió un error y yo aprendí de el. Por eso cada amanecer de fin de semana le llevo a mi mujer el desayuno a la cama. Tienes que amar y respetar a tu mujer todos los días de tu vida ya que una botella de vodka y rabia contenida pueden hacer que la pierdas en once pequeños minutos.
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