A Voluntad la hizo de
hierro para que no se distrajera (no cambiase de camino). Para que
sea dura. Fue así que no podía ver otra posibilidad.
La prueba trató de
torcerla con monedas de oro en el camino, y con lingotes; para que
quisiera ser de otro material, de oro.
Pero no veía al oro, era
ciega.
Puso rubíes y diamantes
pero encontró la manera de no quedarse con ninguno.
Entonces puso agua, y
aunque a veces se oxida sigue siendo de hierro.
No fue ni fundición, ni
adorno. Era de hiero, y no de gran valor.
La Voluntad no es un gran
valor. Es lo que mantiene al valor.
Sin Voluntad, la bondad
no existe.
KEO
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