¿Y qué le digo yo ahora? ¿Y si se tratara de una broma, una equivocación?
Nunca le había mirado antes el móvil. Es la verdad, lo juro. Y además fui yo
quien se lo regaló hará dos años este verano.
Si no hubiera sido para grabarle el nuevo número de mi hija, no se lo hubiese
cogido. Y tenía que ser precisamente el día que sale de la residencia para
pasar una semana con nosotros, con su familia, con sus nietos... Quién lo
hubiera dicho. A su edad…
Y sin pensarlo más, borró el sms que simplemente decía: "si me lo pides,
floreceré de nuevo entre tus brazos..."
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