Me revolví intranquilo en la cama, con
las sábanas pegadas a mi cuerpo. Tenía una extraña sensación, y
algo me decía que debía despertarme, pero me daba tanta pereza....
Finalmente, y por cansancio, me
desperté en altas horas de la madrugada, sintiendo una presencia
extraña en mí. La sabana estaba extrañamente pegada a mi cuerpo, y
cuando intenté separarla un poco de mí, no pude. Con lentitud mire
hacia abajo y vi la sabanilla curiosamente de color rojo, con un
puñal clavado entre el aire y mi corazón... <<En
fin. >> Me dije a mi
mismo <<Solo es una triste realidad. Mejor
me vuelvo a mi dulce sueño. >> Me di la
vuelta y seguí durmiendo.
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