-Bien, ya estoy de vuelta- eso fue lo primero que se me pasó por la cabeza cuando desperté en el hospital.
Me encontraba bastante bien de salud, claro, esto siempre que no tengamos en cuenta que la mente la tenía muy confusa y ver, lo que se dice ver, lo veía todo borroso. Me debían haber dado el desayuno hace poco tiempo, porque tenía un raro gusto a leche en la boca.
De repente me asaltó un pensamiento- ¿recordaría con el paso del tiempo quien era? ¿Sería capaz de escribir el desenlace de mi última novela?
Lamentablemente las repuestas a estas preguntas fueron NO.
Creo que una vez escribí sobre un bebe, que era la reencarnación de un conocido escritor…
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