¿Dónde estás mamá? Por qué te fuiste sin decir nada, sin dejarme una sola nota, sin decirme adiós. Todo este tiempo he estado buscando por todos los rincones tu sonrisa con la que me acunabas cada noche y las dulces palabras con las que me mecías en tu regazo. Sólo sobre tus brazos era capaz de dormirme con la tranquilidad de que nadie me haría daño. Desde entonces velo día y noche en tu ausencia y descanso lo poco que mis pensamientos consiguen dejarme. No te despediste de mí, desapareciste sin más y me dejaste sola.
Mamá, ¿por qué me has abandonado?
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