No sé que pasa este otoño, pero es siempre verano.
Me desperté de mal humor, con cien legañas pegadas en cada ojo y con los músculos entumecidos, no hay agua caliente, no queda leche, el coche no arranca y se me olvidó tomarme la píldora del día después.
El mundo giraba al revés esta mañana y yo quise, como ya dijo alguien, poner el freno y gritar "Párate, que yo me bajo". Pero resulta, que he decidido tener un buen día. Así que me he montado en mi barco de papel a ver donde me lleva la marea...
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