Mi vida era ya bastante complicada y llegas tú con tu "nomedamiedosentir" me secuestras y no pides rescate. Y como hoy hay luna llena me tocó la fase paranoica donde los fantasmas arrastran sus cadenas por mi mente y corro, sin rumbo, en mitad de la oscuridad.
Siempre fui propensa a cualquier tipo de síndrome que pudiera acarrear al menos un dolor de cabeza. Así que me leí un manual de conductas disfuncionales y decidí tener el Síndrome de Estocolmo, que según dicen empezó porque una rehén besaba a su raptor. Y es esa la foto que quiero, que lo único que me salva de mi caos son los besos que aún no me has dado.
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