El libro parecía tener vida propia.
Su primera intención fue dejarlo donde estaba pero… lo cogió de la estantería… Y leyó:
Mientras leía, alguien entró en la biblioteca...
Se giró rápidamente.
—¿Quién eres? —le preguntó.
—Sigue leyendo —dijo el otro.
…El hombre le apuntaba con una pistola…
Se giró de nuevo…
—Pero…
—Sigue leyendo.
—¿Por qué?
—Necesito saber si te mato.
—Entonces no quier
La bala le impidió terminar la frase.
El otro recogió el libro del suelo… Y leyó:
Mientras leía, alguien entró en la biblioteca...
Se giró rápidamente.
—¿Quién eres? —le preguntó.
—Sigue leyendo —dijo el otro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario